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Mugi Miso no pasteurizado 300g

MUGI MISO 300g NO PASTEURIZADO

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Mugi Miso no pasteurizado 

La soja es el ingrediente principal del Mugi Miso. Este se elabora con soja mezclada con cebada y se caracteriza por tener un sabor dulce, pese a que igualmente se utiliza sal marina en su elaboración. El koji (Aspergillus oryzae) se mezcla primero con la cebada y, cuando ha fermentado, se une a la soja. 

Este alimento saludable contiene varias propiedades relacionadas con la prevención del colesterol y la presión arterial alta.

El proceso de fabricación del Mugi Miso se divide en cuatro pasos: preparación del koji, preparación de la soja, proceso de mezcla del koji con la soja y fermentación del miso. La soja se prepara lavándola y dejándola en remojo, y su tamaño aumenta 2,2 veces. Posteriormente, se cuecen al vapor, se dejan enfriar y se mezclan con el koji y la sal marina. Después, se tritura toda la mezcla. 

En el miso, la proteína de la soja se desintegra en aminoácidos durante la fermentación, con lo que no solo la hace fácil de digerir, sino que además ayuda al sistema digestivo y a repoblar la flora intestinal.

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Soja 

La soja es uno de los alimentos que aporta un mayor número de proteínas de gran calidad, además de ocho aminoácidos esenciales para el buen desarrollo del organismo. Sin duda, este alimento saludable es perfecto para mantener una vida sana.

Mimasa ofrece una extensa gama de productos elaborados a base de soja fermentada. Descubre las salsas de soja, los misos, el tofu, el tempeh y la protina.

Mugi Miso no pasteurizado Mimasa Ifigen

  • Energía-kJ 642
  • Energía (kcal) 154
  • Grasas (g) 5,8
  • - Saturados (g) 0,7
  • Hidratos de carbono (g) 10,4
  • - Azúcares (g) 5,7
  • Proteínas (g) 11,8
  • Fibra (g) 6,3
  • Sodio (g) 0,003
  • Sal 9,48

Desde Mimasa Ifigen, te mostramos la manera tradicional de tomar Mugi Miso, especialmente como condimento en sopas, patés, legumbres y cereales. Normalmente, este alimento se añade cuando ya se termina de cocinar un plato y se ha apagado el fuego. Se diluye una cucharada pequeña de mugi miso por ración en la sopa o caldo. Después, se deja en reposo unos minutos y ya se puede servir. También, se pueden preparar deliciosos patés mezclándolos con tahín ecológico y agua, o usar como aderezo en salsas.

Hay que tener en cuenta que no es necesario añadir sal al Mugi Miso, puesto que es un condimento que ya tiene sal. Por ello, cuesta mucho que el Mugi Miso se estropee, aunque si se vive en un sitio cálido es mejor ponerlo en la nevera una vez abierto el envase. Al ser un fermento, no se debe hervir porque perdería sus propiedades.

El miso es la forma más saludable y fácil de asimilar la proteína de soja. En su fabricación se utiliza todo el grano de la soja, incluida la piel. De este modo, el miso tiene el beneficio añadido de sustancias como la saponina, el ácido linoleico y la lecitina, que ayudan a disolver el colesterol adherido a las paredes sanguíneas. Por lo tanto, el miso favorece la prevención de la presión arterial alta, de la acumulación de lípidos en el plasma y de accidentes cerebrovasculares. Asimismo, contribuye a mantener la elasticidad de los vasos sanguíneos.

La vitamina B2 que se obtiene a partir del koji promueve la reducción de la oxidación del organismo, mientras que su aporte de vitamina B12 ayuda a la formación de la sangre y reduce la fatiga mental. La vitamina E de la soja favorece que se inhiba la peroxidación lipídica, provocando un efecto anti-envejecimiento. A esto también contribuye la saponina, que además favorece la prevención del endurecimiento de las arterias y de enfermedades hepáticas. Por su parte, las enzimas de la semilla de koji, los fermentos y las bacterias del ácido láctico ayudan a la digestión.

Las isoflavonas de la desoxidación de la soja alivian la rigidez en el cuello y los hombros. Asimismo, favorecen la prevención del cáncer de mama. La colina de la soja favorece la prevención del hígado graso y del envejecimiento. En el siglo XVII, se descubrió que las pipas quedaban más limpias de restos de nicotina si enjuagaban con sopa miso y no solo con agua caliente. Hoy en día se sabe que la vitamina B del miso favorece la eliminación de las sustancias nocivas del tabaco y protege la garganta.

En 1945, en Nagasaki, Japón, después del lanzamiento de la bomba atómica el Dr. Tatsuichiro Akizuki, director del Urakami Dai-Ichi Hosital (actualmente llamado St. Francis Hospital) salvó muchas vidas alimentándose con arroz integral y sopa miso con algas marinas. El Dr. Hiromitsu Watanabe, del Research Institute for Radiation, Biology & Medicine de la Universidad de Hiroshima, estudió ampliamente el efecto protector del miso tanto en radiación como en cáncer. Otros investigadores se han sumado a estos estudios y, actualmente, se puede afirmar que el miso favorece la descarga de sustancias radiactivas en el cuerpo y, además, el HEMF, la sustancia antioxidante del miso, favorece la eliminación las células cancerosas causadas por la radioactividad.

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La mayor parte del Mugi Miso se fabrica en el sur de Japón, especialmente en la isla de Kyushu. Su contenido en proteína es más elevado que en el arroz, lo que hace que tenga un sabor más intenso que el kome miso. Antiguamente, el koji se empezó a preparar con la cebada porque estabilizaba mejor el miso y se evitaba que se estropeara con los cambios de temperatura.

El Mugi Miso no pasteurizado fermenta durante 18 meses, siguiendo centenarios métodos tradicionales y en barriles de cedro a temperatura ambiente. Durante la fermentación, se activan las enzimas y bacterias de koji para evitar la oxidación. Además, se colocan pesadas piedras encima de los barriles para aplastar la mezcla y separar la pasta de miso del aire y acelerar la fermentación.

Para la elaboración del Mugi Miso de Mimasa Ifigen solo se utilizan ingredientes naturales como soja no transgénica, cebada, agua, sal marina, fécula de patata y semilla de koji, para cuyo cultivo no se han utilizado ni fertilizantes ni otros productos químicos. El resultado es un producto con un aroma y una calidad únicos y rico en nutrientes. Los misos en los que el proceso de fermentación se acelera con calor pierden estos nutrientes, y lo mismo ocurre cuando se le añaden conservantes y colorantes. Las enzimas digestivas y aminoácidos solo se encuentran en misos fermentados de manera natural durante, como mínimo, más de un año, y sometidos a las fluctuaciones de temperaturas de las estaciones.

El Mugi Miso no pasteurizado 300g contiene granos de soja 42%, cebada 35%, sal marina 18%, agua 5%, semilla de koji (Aspergillus orizae) 0,004% y fécula de patata 0,038% (conservante natural).

El Mugi Miso no pasteurizado está disponible en un envase de 300g.

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