Haz que te pregunten: ¿Qué cremas utilizas que tienes la piel tan bonita? Di que tu truco está por dentro…

Con la alimentación podemos llegar a nutrir realmente las células de nuestra dermis, mejorando su estado de salud y evitando la oxidación. Son muchos los componentes claves que nos ayudarán a conseguirlo. Los antioxidantes, incluidos en una dieta rica en frutas y verduras, son esenciales para proteger nuestra piel. Por ejemplo los carotenoides de hortalizas como la zanahoria, la calabaza, el boniato, las algas y el brócoli. El silicio y la vitamina C, por otro lado, son necesarios para obtener una buena síntesis de colágeno, componente clave de todas las estructuras de la piel, y que empezamos a perder a partir de los 25 años. Podremos obtener vitamina C de los cítricos, pimientos y frutos rojos.

La vitamina E, que podemos encontrar en frutos secos y cereales integrales, tiene también un efecto fotoprotector.

Los conocidos omegas 3 y 6 son importantes para la buena hidratación y esenciales para problemas hormonales que desembocan en la piel. Los podemos encontrar en algas, semillas, frutos secos y Oligen DHA 80% TG enzimático. La hidratación es clave para todo nuestro cuerpo y en concreto para nuestra piel. Podemos hidratarnos no sólo a través del agua, sino también con caldos con miso por ejemplo, licuados de verduras y zumos, y el té verde tostado Kukicha y Bancha. Es muy importante, por lo tanto, que los alimentos que consumamos sean de procedencia ecológica, para asegurarnos una buena fuente de nutrientes de calidad. Por lo contrario, debemos evitar productos prefabricados con muchos aditivos, sal y azúcares, así como el café y el alcohol, que generan una gran cantidad de toxinas que nuestro cuerpo tiene que limpiar haciendo un sobreesfuerzo y que muchas veces necesita sacar a través de la piel. Además, aceleran su oxidación y generan sequedad, exceso de grasa y arrugas más marcadas.

A nivel externo, no podemos olvidar protegernos durante todo el año de la radiación solar. El fotoenvejecimiento es acumulativo, por lo que notaremos todos los excesos sin protección que hemos hecho con el sol a lo largo de nuestra juventud, con manchas y arrugas profundas a partir de los 40.

Debemos recordar también que la piel absorbe todo aquello que le pongamos encima, por eso es bueno evitar productos de cosmética con químicos y priorizar los naturales. La contaminación a la que nos exponemos diariamente perjudica mucho nuestra piel por este mismo motivo. El estrés, por último, juega un papel importante en cuanto a alteración hormonal y correcto funcionamiento de nuestro metabolismo, teniendo un gran efecto sobre nuestras células de la piel.