Cocina macrobiótica en verano: consejos y beneficios
La cocina macrobiótica es el equilibrio entre el yin y el yang a través de la alimentación. Y cada estación tiene sus propias necesidades y adaptación. ¡Te lo contamos la macrobiótica veraniega!
El verano es una época del año que invita a disfrutar de comidas ligeras, frescas y nutritivas. La cocina macrobiótica, con su enfoque en el equilibrio y la armonía, es perfecta para aprovechar al máximo la abundancia de alimentos frescos y de temporada. En este post, exploraremos cómo puedes integrar principios macrobióticos en tu dieta veraniega para mantenerte saludable y lleno de energía.
Empezamos por refrescar:¿qué es la macrobiótica?
La macrobiótica es más que una simple dieta; es un estilo de vida que busca el equilibrio entre el yin y el yang a través de la alimentación. Se basa en el consumo de alimentos integrales, locales y de temporada, y promueve prácticas culinarias que respetan la naturaleza y nuestro cuerpo. En el verano, la macrobiótica se adapta a las necesidades del cuerpo, que requiere alimentos que refresquen y hidraten sin perder de vista la nutrición esencial.
3 principios de la cocina macrobiótica en verano
1. Consume alimentos de temporada: El verano ofrece una variedad de frutas y verduras frescas que no solo son deliciosas, sino que también son ideales para mantener el equilibrio en el cuerpo. Opta por productos locales y orgánicos siempre que sea posible.
2. Equilibrio entre yin y yang: En esta temporada, es importante consumir alimentos más yin (refrescantes y ligeros) para contrarrestar el calor externo. Esto incluye frutas, verduras de hoja verde, y alimentos con alto contenido de agua como el pepino y el melón.
3. Los métodos de cocción: en la macrobiótica de verano se prefieren métodos de cocción que no generen mucho calor. Las ensaladas, los platos al vapor y las comidas ligeramente salteadas son ideales. Evita los métodos de cocción largos y pesados que aumentan la sensación de calor.
Alimentos macrobióticos ideales para el verano
1. Granos enteros: El arroz integral, la quinoa y el mijo son excelentes fuentes de energía sostenida. Puedes prepararlos en ensaladas frías para una comida refrescante.
2. Verduras Frescas: Las verduras de temporada como el calabacín, los tomates, los pimientos y las berenjenas son perfectas. Asegúrate de incluir una variedad de colores para obtener un amplio espectro de nutrientes.
3. Legumbres: Las lentejas y los garbanzos son fáciles de digerir y pueden usarse en ensaladas o guisos ligeros. Prueba hacer hummus casero para una opción rápida y nutritiva.
4. Frutas de Temporada: Las frutas como las fresas, los arándanos, las cerezas y los melones son refrescantes y ayudan a mantenerte hidratado. Son perfectas para snacks o como parte de ensaladas.
5. Algas Marinas: Las algas como el nori y el wakame son ricas en minerales y pueden añadirse a ensaladas o sopas frías.
3 consejos extra para una vida macrobiótica en verano
Sobrevivir al verano con las temperaturas a veces demasiado extremas, nos lleva a tener que ir con cuidado para que nuestra salud no acabe por dañarse. Por eso, te contamos 3 consejos más para sobrevivir al verano:
Hidratación: Bebe abundante agua y tés de hierbas para mantenerte hidratado.
Ejercicio moderado: Practica actividades físicas ligeras como yoga o caminatas al aire libre, preferiblemente en las horas más frescas del día.
Conexión con la naturaleza: Aprovecha el buen tiempo para pasar tiempo al aire libre y conectarte con la naturaleza.
Adoptar una dieta macrobiótica en el verano puede ayudarte a mantenerte equilibrado, saludable y lleno de energía. Recuerda siempre escuchar a tu cuerpo y adaptar las recomendaciones a tus necesidades individuales.
¡Disfruta del verano con estas deliciosas y nutritivas opciones macrobióticas!